¿A que nos enfrentamos realmente?

¿ESPAÑOLES PRIMERO? ¿POR QUÉ?

LOS MINISTROS del Interior de los Veintisiete aprobaron el Pacto Europeo de Inmigración. Dicho Pacto obliga a los Estados miembros a realizar las regularizaciones «caso por caso y no generales, en el marco de las legislaciones nacionales por motivos humanitarios y económicos». El objetivo del acuerdo es limitar la llegada de inmigrantes a lo estrictamente necesario para el mercado laboral. El pacto, que será aprobado por la cumbre de la UE del 15 y 16 de octubre, opta por una inmigración selectiva, controlada de acuerdo con las necesidades laborales y la capacidad de integración del país de acogida, y por una firmeza total contra los indocumentados. Se combatirán asimismo los matrimonios de conveniencias y se establecerá en 2011 una «tarjeta azul» para facilitar el ingreso de la UE de los inmigrantes muy cualificados. La inmigración adquiere así rango comunitario, uno de los objetivos españoles en esta materia. ALGUNOS NOS HEMOS indignado al ver en las paredes de las ciudades unos carteles de una organización de extrema derecha que rezan «los españoles primero». Y resulta que, según un sondeo, el 41% de los encuestados considera que los españoles deberían tener preferencia a la hora de recibir atención médica en la sanidad pública, porcentaje que se eleva hasta el 54% en el caso de la elección del colegio de sus hijos. Ante tal evidencia, se impone un proselitismo activo en sentido contrario, que desactive la cizaña que extienden los ultras de nuestro país. Porque aunque fuera cierto que la presencia de población inmigrante congestiona algunos servicios públicos, lo decente es exigir que el servicio se amplíe y no establecer distingos en función del origen, la raza o la nacionalidad. Los servicios públicos atienden, ante todo, a seres humanos, sin excepción ni preferencias. Verlo de otro modo es ceder al más abyecto egoísmo de clase o rango. Máxime cuando quienes deberían ser postergados a juicio de los extremistas serían inmigrantes que han tenido el coraje de empezar desde cero a ayudar a construir este país. -PEDRO VILLALAR –

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¿ES DESMEDIDA LA SOLIDARIDAD EN ESPAÑA?

Solidaridad es un término muy recurrente que habitualmente se emplea para denominar la mera acción dadivosa o bienintencionada. Sin embargo su raìz etimológica implica un comportamiento “in-solidum”, es decir que se unen inseparablemente los destinos de dos o más personas, físicas o jurìdicas, como sostiene Julio de la Vega-Hazas Ramírez. “Ser” o “hacerse” solidario con alguien o con alguna causa, no significa dar una ayuda sino comprometerse y compartir la suerte de aquel con quien me hago solidario.

Se puede afirmar que “solidaridad” es una de las palabras más usadas hoy en día ya que se emplea frecuentemente en el llamado “márketing solidario”, que va desde tarjetas de crédito, cenas de lujo, fondos de inversiones, etc., así como en el discurso político habitual, pero nunca respondiendo a su sentido original, que ha sido definido también como “compartir hasta lo necesario para vivir”.

La solidaridad se practica sin distinción de credo, sexo, raza, nacionalidad o afiliación política. La finalidad sólo puede ser el ser humano necesitado. Comprendemos que para que haya solidaridad se requieren dos personas o comunidades.

La parte difícil comienza cuando se nos presenta el dilema de ayudar sin recibir nada a cambio; de ayudar aunque nadie se entere, ni aún la persona a la que ayudamos. Esto es: ser solidarios por una verdadera convicción de igualdad y de justicia. Es difícil ser caritativos, solidarios, entregados, y ser, al mismo tiempo, totalmente desinteresados.

En una colectividad o grupo social, es la capacidad de actuación unitaria de sus miembros. Término que denota un alto grado de integración y estabilidad interna, es la adhesión ilimitada y total a una causa, situación o circunstancia, que implica asumir y compartir por ella beneficios y riesgos.

La solidaridad, muy habitual en las sociedades tradicionales, se produce como consecuencia de la adhesión a valores comunes, que lleva a compartir creencias relacionadas con los aspectos fundamentales de los planteamientos políticos, económicos y jurídicos de los grupos sociales… (wiki)…

«…Soy musulmán y llegué a España en patera, veremos tú, como español, de que manera sales…»

La primera vez que escuché o leí algo muy similar a lo expuesto, no comprendí. Con el transcurso de no muchos años, no solo comprendí sino que me quedé patitieso, de hecho, como español, sigo patidifuso ante tal desabrigo… Realmente, no se a que nos enfrentamos y aunque no sea mi deseo abrazarme al pesimismo, lo cierto, es que algo no marcha bien en España; ignoro su futuro, pero se con certeza que su presente es caótico en todos los aspectos imaginables…